Michael Carroll: el rey de los suburbios
Breve historia del hombre que alcanzó el cielo y bajó al infierno
¿Quién es Michael Carroll y por qué su historia estaba predestinada a acabar en desastre? ¿En qué se equivocó y por qué acabó tan mal después de ganar una fortuna?
En 2002, Michael Carroll ganó 9,7 millones de libras (unos 15 millones de dólares) libres de impuestos jugando a Lotto. En 2012 ya no le quedaba ni un penique y se le considera un perdedor de lotería a largo plazo. En lugar de tomar decisiones prudentes, no planificó nada y despilfarró todo el dinero.
Cuando solo tenía 19 años, Michael ganó una fortuna, un importe que debería haberle bastado para hacer realidad sus sueños, vivir holgadamente y comprarse una mansión.
De haberse comportado de otra forma, no habría tenido que volver a trabajar en toda la vida. Sin embargo, Michael dilapidó su fortuna en fiestas y todo tipo de vicios. En 2012 ya no le quedaba nada y tuvo que endeudarse para liquidar sus deudas con Hacienda.
¿Qué le ocurrió a Michael Carroll, ganador de un primer premio de lotería?
Michael se lo gastó todo y tuvo que regresar a su vida de antes. Ahora lleva una vida de lo más normal y lamenta las decisiones que tomó en el pasado, que lo obligaron a tener que buscar un trabajo normal, como el común de los mortales.
Sí, durante un tiempo se lo pasó en grande, pero en la actualidad podría tener una vida mucho más cómoda, en su propia casa y con una estabilidad financiera a prueba de todo tipo de sobresaltos.
¿Cómo perdió el dinero y su casa Michael Carroll?
Perdió el dinero por culpa de su arrogancia, de su falta de experiencia y por rodearse de malas compañías. Incapaz de darse cuenta de lo que estaba haciendo, siguió gastando. Su historia nos demuestra que es imprescindible ser prudentes después de ganar la lotería. Al principio tienes todo el derecho a salir y gastar a mano abierta, pero si sigues por ese camino acabarás sin un céntimo y presa de la desesperación.
Tus pesares podrían superar con creces los buenos recuerdos. Por ello conviene que elabores un plan prudente y te prepares para el futuro. Para la mayoría de nosotros, ganar una fortuna, despilfarrarla y tener que regresar a nuestra vida de antaño sería una pesadilla de proporciones épicas que dejaría en segundo plano haber ganado la lotería.
Michael Carroll se embolsa un gran premio en la lotería
En 2002, Michael ganó 9,7 millones de libras esterlinas libres de impuesto jugando a la UK Lotto, la lotería nacional del Reino Unido, una cifra equivalente a unos 15 millones de dólares de la época. Aunque se trata de una cantidad que no se acerca ni de lejos a los premios que puedes embolsarte en Powerball y MegaMillions, el importe sigue siendo muy elevado. Michael ganó suficiente dinero para no tener que volver a trabajar en toda la vida.
Además, el boleto le costó tan solo 1 GBP. Tal y como él mismo dijo: «¡Fue el dinero que mejor invertí en toda mi vida!».
La combinación ganadora estuvo formada por los números 5, 28, 32, 39, 42 y 48, y el complementario fue el 21. Al parecer, hizo una apuesta aleatoria.
Fotografía: ¡Los buenos tiempos! Michael, con 19 años, después de ganar 9,7 millones de libras.
Los primeros años
Cuando ganó el premio, Michael trabajaba de basurero y estaba esperando un bebé con su novia de por entonces, Sandra Aitken. Sin embargo, no tardó en dedicar su vida al hedonismo y al despilfarro. ¡Empezó a disfrutar de la vida al máximo!
Procedía de una familia muy humilde y de clase trabajadora, pero algo desestructurada. Su padre fue detenido y tuvo que cumplir una condena de once años de cárcel por apuñalar a una pareja tras una pelea, por lo que fue una figura ausente durante gran parte de su infancia. Sus padres se divorciaron y el progenitor falleció cuando solo era un chico, un dato que podría explicar en parte su actitud temeraria y su mala mano con el dinero.
Según Carroll, su padrastro lo maltrató en numerosas ocasiones. Cuando solo tenía 13 años lo detuvieron por robar en una tienda e ingresó en un centro de rehabilitación de menores. Si a esto le añadimos que a duras penas logró completar la educación básica, no es de extrañar que tuviera que empezar a trabajar de tan joven como basurero.
Tras obtener el premio, el operador UK National Lottery (Lotto) le aconsejó que abriera una cuenta en Coutts, una institución bancaria privada especializada en la gestión de grandes patrimonios. Sin embargo, la entidad se negó a aceptarlo como cliente debido a su mala reputación. Por ello Michael tuvo que buscar soluciones alternativas para gestionar su dinero. Aun así, ¿justifica esto su despilfarro?
Los años locos
Todo empezó con un sentimiento de desafección. En los primeros tiempos se dedicó a despilfarrar el dinero por el mero placer de hacerlo: a descorchar botellas de champán, tras las gruesas cadenas de oro y las ostentosas joyas llegó una actitud arrogante y sus primeros encontronazos con las cámaras que lo seguían.
En pocas palabras, tras conseguir el premio, se entregó en cuerpo y alma a gastar su fortuna, hasta que ya no le quedó nada. Cuando lo entrevistó un canal de televisión local de Manchester en la casa de su madre, en 2013, declaró que no se arrepentía de nada. Afirmó que había hecho algo que muy pocas personas podían hacer: «¡Vivir la vida al máximo!». Pero, ¿alguien se lo cree ahora que está arruinado?
En la actualidad Michael es un tipo normal con un trabajo que a duras penas llega al salario mínimo. Trabaja repartiendo carbón y leña en Escocia.
Durante un tiempo, disfrutó de todos los vicios humanos imaginables. Drogas, alcohol… y todo lo que se te pueda ocurrir. Su adicción a la cocaína lo llevó a «esnifarse» tres casas. En su momento más bajo, llegó a ventilarse dos botellas de vodka al día, ¡media antes de levantarse de la cama por la mañana! Siempre que tuviera alcohol (ya fuera vodka, whisky, cerveza o sidra), él era feliz. Siempre acompañado, cómo no, de todo tipo de estupefacientes.
Cuando la prensa descubrió su desbocado tren de vida, lo bautizaron con el apodo de el cretino de la lotería. El propio Michael llegó a autoproclamarse el Rey de los «chavs». Se trata, sin duda, de un tipo muy afortunado, pero ¿acaso también del hombre más estúpido que ganó la lotería?
Michael disfrutó de la vida hasta el exceso, de todos los placeres más extremos en el período de tiempo más corto posible. Se convirtió en el blanco favorito de la prensa, pero con tanto dinero en el banco, poco le importaba a él. Él era feliz siempre que tuviera una lata de cerveza en la mano, estuviera borracho y no tuviera que preocuparse del dinero. ¡Como la mayoría de los parásitos que se arrimaban a él!
Dato anectdótico: «chav», el término que utilizó Michael para definirse, se utiliza para hacer referencia a un joven británico de clase baja y que destaca por un comportamiento grosero y agresivo. Suelen llevar joyas muy llamativas, ropa deportiva de marca y gorras de béisbol.
De mal en peor
Mientras Michael se daba la gran vida, sus vicios y autocomplacencia fueron empeorando. Un juzgado dictó una pena contra él por conductas antisociales y por conducir en estado de embriaguez.
Este comportamiento lo llevó a pasar por los juzgados en más de treinta ocasiones. Entre sus hazañas se incluyen:
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Arrancar una araña de luz del techo de un hotel mientras se columpiaba.
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Una condena de nueve meses de cárcel por alteración del orden público.
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Una condena de 240 horas de servicios para la comunidad.
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Una multa por vandalismo.
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Una condena por consumo de estupefacientes.
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Condena por destruir las lunas de 32 vehículos y escaparates de tiendas armado con un tirachinas y rodamientos.
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La prohibición de organizar espectáculos de destrucción de coches en su jardín trasero.
Uno de los jueces hizo constar en acta que ¡en el historial de Carroll constaban 42 delitos!
Su ego lo llevó por el mal camino ya que se labró una imagen pública de alguien que solo mostraba interés por gratificación personal.
Aficionado al boxeo y a darse la gran vida con sus amigos más cercanos, ¡su máxima aspiración era convertirse en el gran rey de los chavs! A menudo, Michael y sus colegas celebraban combates en el jardín posterior de su nueva casa, cubierto de basura.
Utilizaban guantes de boxeo para limitar los posibles daños cerebrales, pero cuanto se los quitaba no dudaba en hacer un gesto obsceno con el dedo corazón a todo aquel que se mostrara en desacuerdo con él.
Por desgracia, al cabo de tres años al Rey de los Chavs ya solo le quedaba un millón de libras. El resto lo había malgastado debido a un estilo de vida de lo más extravagante.
Fue de vacaciones al extranjero con sus amigos en más de una ocasión, y uno de su destinos predilectos era la Costa del Sol española. Después de ponerse hasta las cejas de cocaína, tocaba la visita de rigor a los clubes de alterne. «Las chicas de esos sitios eran más guapas», afirmaba.
Carroll afirma que se acostó con más de 4.000 mujeres y alguna noche llegó a hacerlo con hasta ocho.
El despilfarro sin freno
Michael se compró vehículos de lujo, embarcaciones y mansiones. No reparaba en gastos en lo que se refería a alcohol o drogas. Jamás fue capaz de poner freno a ese despilfarro sabedor de que tenía una gran fortuna en el banco y el grupo de parásitos que lo seguía a todas partes aumentó hasta alcanzar proporciones épicas. El ego sacó a relucir lo peor de él y no pudo resistir la tentación de ser el centro de atención constante.
Su casa, conocida con el apodo de la Mansión, era el escenario habitual de fiestas salvajes, en cuyos jardines se celebraban concursos de destrucción de vehículos. Durante años, las sanguijuelas que acompañaban a Michale siguieron viviendo en su casa, hasta que los echaron. Él no fue capaz de mantener la propiedad, que quedó abandonada durante 10 años.
Michael fue acusado de comprar amistades para alcanzar popularidad. Sin embargo, estos chupasangres eran tan culpables de aprovecharse de él, como viceversa. Cuando Michael dilapidó toda su fortuna y tuvo que volver a vivir a casa de su madre, los buitres empezaron a acosarlo. La prensa sensacionalista, los vecinos entrometidos y los aprovechados lo seguían allí donde iban.
También hizo muchos enemigos en distintos grupos criminales. Un día, al despertarse, Michael encontró a sus seis rottweilers degollados en la puerta de casa. Después de que lo atormentaran con imágenes aterradoras de su familia, la gota que colmó el vaso fue cuando los mafiosos amenazaron con descuartizar a su hija y al resto de su familia. Por increíble que parezca, Michael pagó 130.000 libras para que los gánsteres lo dejaran en paz.
No obstante, y por curioso que pueda parecer, Michael tomó algunas decisiones acertadas. Cuando ganó el premio, destinó 3,9 millones de libras a unos bonos de inversión para generar un ingreso mensual. Sin embargo, la penalización por vender los bonos antes del plazo acordado fue tan alta que acabó perdiendo mucho dinero cuando se quedó sin liquidez. También regaló varios millones a familiares y amigos, incluida su madre y su tía.
Datos curiosos: Michael disfrutó de un momento de fama especial cuando participó en un combate de boxeo para famosos contra el exgladiador Rhino. Apareció en la película <i>Killer Bitch</i> interpretando a una versión ficticia de sí mismo.
Y contrató a un escritor para que escribiera su biografía titulada «Careful What You Wish For» (Cuidado con lo que deseas), publicada en 2006. Aunque ya se encuentra descatalogada, estuvo disponible en Amazon.co.uk.
El ocaso de Michael Carroll
En 2013, Michael no tenía ni un penique. Durante un tiempo vivió con unos amigos y familiares y tuvo que volver a buscar trabajo, algo que no le resultó fácil dada su reputación.
Seguidor del Glasgow Rangers, decidió seguir a su exmujer Sandra y se mudó a Escocia. En Moray, encontró una modesta pensión para gente en apuros. A pesar de que durante tres meses estuvo al borde de quedarse en la calle, ¡todavía tenía dinero para cerveza!
Entre sus diversos trabajos se incluyen uno en una fábrica de galletas y otro en un matadero. En esa época obtuvo un permiso oficial para la manipulación de alimentos en un matadero, hito del que aún se muestra orgulloso. Con el tiempo, alquiló un piso y encontró trabajo repartiendo carbón a domicilio.
¡De vez en cuando todavía compra algún que otro billete de lotería! Sin embargo, está convencido de que «el dinero es la causa de todos los males», una opinión muy habitual entre aquellos que lo tuvieron todo y acabaron perdiéndolo todo.
En el fondo, se trata de una confesión de que dejó que el dinero se le escurriera entre los dedos como la arena. «Los aprovechados solo estaban conmigo por mi dinero». Como él mismo dice: «No confíes en nadie, ni siquiera en tu familia».
Primer y segundo matrimonio
Antes de que Michael ganara la lotería, su novia lo trataba con desprecio y, a menudo, amenazaba con echarlo de casa. Sin embargo, cuando ganó el primer premio, su actitud cambió. Intentó ejercer un control absoluto sobre él y su fortuna.
El matrimonio con Sandra Aiken se rompió cuando Michael ya llevaba mucho tiempo despilfarrando el dinero. Lo dejó y le pidió el divorcio tras afirmar que estaba «dilapidando diez millones de libras en alcohol, drogas y me engañaba con prostitutas». El acuerdo de divorcio lo obligó a desembolsar 1,4 millones de libras.
¡Pero no todo son malas noticias! Sandra ya lo ha perdonado (y seguramente también se ha gastado todo su dinero). Por increíble que parezca, la pareja volvió a casarse a finales de 2021. A pesar de que perdieron todo el dinero, nuestra historia tiene un final que podríamos calificar de feliz,
ya que la pareja ha demostrado que el amor es más importante que el dinero y los bienes materiales.
Conclusión
Cuando Michael ganó la lotería, se convirtió en el mejor amigo de todo el mundo. Y ahora está arruinado.
Michael vivió la vida al máximo y se lo pasó en grande, por lo que tampoco sería justo decir que es un fracasado después de 10 años de diversión sin límite, pero eso ya depende de cada uno. La vida es bree y, aunque ha perdido todo el dinero que ganó, su calidad de vida ha mejorado considerablemente porque ahora sabe quién son sus amigos de verdad.
En honor a la verdad, Michael es un tipo simpático que goza de cierta popularidad y es muy sociable. En apariencia no le importa haber perdido su fortuna porque cuando la tuvo pudo disfrutar de una «vida de mujeres y todo tipo de lujos». Lo que ocurre es que no estaba preparado para gestionar una fortuna como suya.
El hecho de que no muestre resentimiento alguno por haber dilapidado todo el dinero es una prueba de su carácter y generosidad. Si hubiéramos conocido a Michael en 2002, tal vez también nos habríamos acoplado a su tren de vida. ¿A quién no le gusta disfrutar del lujo y el placer sin restricciones como hizo él?
Michael fue culpable de dilapidar su fortuna por placer. Pero tampoco poseía la experiencia, la educación o los conocimientos necesarios para gestionar el dinero adecuadamente. Poco sabía sobre planificación económica.
No es el único que ha despilfarrado una fortuna por falta de sentido común o por no saber poner freno a su hedonismo desaforado. Michael no es el único que ha perdido todo el dinero ganado, pero es, sin duda, uno de los ganadores de la lotería más famosos. ¿Tal vez uno de los más estúpidos?
Ahora no le queda más remedio que trabajar como todo el mundo para ganarse el pan. ¡Al menos pudo disfrutar de la vida mientras duró! Y lo mejor de todo ¡es que no ha vuelto a meterse en problemas con la ley desde 2012!